Cary Yera 09-28-2023
Isaias 40:10-11
10He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con Él, y su paga delante de su rostro. 11Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
La primera Venida del Señor, la profetizó el Profeta Isaias como alrededor de setecientos años antes de Jesús venir como Hombre y como Pastor nuestro, el Profeta Isaias habló de los padecimientos de Jesús, de la manera en que fue despreciado y desechado, molido por nuestros pecados.
Así de esa forma murió nuestro Salvador y Redentor, para Salvarnos. El Padre descargó su ira sobre Su Hijo; era el Único que podía vencer a la Muerte; que Satanás vino a traer con la desobediencia de la primera pareja.
Jesús dijo: “Yo Soy el Buen Pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” Juan 10: 11.
El asalariado, ve venir al lobo y huye. El dueño no huye, le pertenecemos a Dios. Jesús le dijo al Padre si podía pasar de ir a la Muerte para Salvarnos. El Padre no le dio respuesta, Jesús sabía que eso era, un “No.” Y dijo: Hágase Tú Voluntad. Él era el Único que podía vencer al enemigo. La sangre derramada del Hijo de Dios, el Buen Pastor, es lo único que nos salva. Él dio su Vida por las Ovejas. Como lo dijo en: Juan 10:11.
Jesucristo te está buscando a sus Ovejas Perdidas, entrégale tu vida a Jesús. Él es tu Dueño, y tú Creador. El enemigo te robó, nacemos todos en pecado por la desobediencia de la primera pareja, pero Jesús cargó con la culpa que merecíamos, Él llevó nuestro pecado, y Resucitó, es por eso por lo que resucitaremos. Eso solo lo podía hacer el Hijo de Dios, y lo hizo; Venció a la Muerte, y con Él nosotros también venceremos. Amén ? Glorias al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder.
Esta reflexión está maravillosa, tenemos a un Jesús que es Rey y Señor que se sienta en un trono, y un día por el amor a nosotros se bajo de ese trono y murió por nosotros. Ese es el odio que satanás nos tiene, primero, porque fuimos hecho a la imagen y semejanza de Dios; segundo que nos ama tanto que decidió morir por nosotros. Somos privilegiados de tener un Rey como Él. Mis hermanos no despreciemos el gran sacrificio, pónganse a pensar: Si alguien les regala un diamante, y ustedes van y lo echan en el mar donde no será recuperado jamás. Es mucho el trabajo que hay que hacer para extraer ese diamante y hacerlo brillar. No desprecien ese GRAN brillante que nuestro Señor nos dio cual es nuestra Salvación.
Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranata