Los Fariseos fueron un grupo religioso, político y social en Israel. Ellos surgieron entre los años 587 y 536 a.C. cuya doctrina evolucionó durante el siglo II (2) después de Cristo. Ellos se consideraban el grupo con mayor influencia dentro de la religión judía. Los Fariseos eran hombres dedicados a los negocios y a las relaciones sociales, entre tanto, querían dominarlo todo. Ellos enseñaban estrictamente las leyes del Antiguo Testamento y se consideraban que ellos eran superiores que los demás, pero si estudiamos los versículos anteriores notamos lo falsos movimientos y engaños que en realidad ellos practicaban. Este grupo incitó al pueblo en contra de Jesús buscando su muerte.
Costumbres y Tradiciones de los Fariseos:
Eran estrictos en sus doctrinas, no permitían que las personas se casarán con individuos las cuales ellos calificaban como “paganas”. Hacían su culto religioso en la sinagoga y no a través del sumo sacerdote con la diferencia de los saduceos. Para ellos la opinión social y el estatus político era muy importante. Pertenecían a la clase media y contaban con el apoyo de comerciantes y políticos.
Fueron adversarios de las enseñanzas de Jesús, a pesar de que se dice que los fariseos, a partir de la doctrina de la “resurrección de los muertos” le abrieron las puertas al cristianismo como religión (nada confirmado). Su creencia cambio convirtiéndose en lo que hoy se conoce como el judaísmo rabínico.
Marcos 8:11-12
11Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle. 12Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.
Juan 8:3-11
3Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.