Cary Yera 02-13-2024
Juan 14:15-18
15Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
El Gran día de Pentecostés Jesús el Hijo de Dios vino a morar en nuestros corazones. Los cristianos no estamos solos porque el Señor vive en el corazón nuestro, por medio y a través del Espíritu de Dios; así que tenemos que estar consciente de esto; porque sabemos que Dios se entristece cuando le desobedecemos; tenemos que estar atento e inclusive con nuestros pensamientos, porque Él si conoce cómo hablamos, cómo actuamos, y si estamos en lo correcto, en lo que nos ha enseñado Jesús en nuestra forma de vivir. No debemos poner tropiezo a los que están a nuestro alrededor; y lo que nos hagan perdonar de corazón, no de labios solamente.
Dios es bueno y perdonador, Jesucristo vino a perdonarnos de nuestros pecado; murió en aquella cruenta cruz; perdonando así nuestros pecados; porque el que blasfemare contra el Padre o el Hijo le será perdonado; pero nunca le será perdonado contra el Espíritu Santo. Esperemos la ayuda de Dios para no fallar. Amén 🙏 Glorias al Padre; al Hijo; y al Espíritu de Poder.
El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad. Es un personaje de espíritu, sin un cuerpo de carne y huesos. A menudo se le llama el Espíritu, el Santo Espíritu, el Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor o el Consolador.
Si tenemos que perdonarnos los unos a los otros para así un día el Señor nos perdone a nosotros. Como podemos esperar perdón del Señor si nosotros mismos no perdonamos a nuestros deudores.
Mis hermanos hay que pedir perdón a Dios y así a las personas que hemos ofendido, eso nos enseña a ser humildes y los que no son humildes enseñan la soberbia y estos no entraran en el reino de los cielos.
Esto esta en uno de los 10 mandamientos. Mateo 6:12,14-15 12“ (una persona que no perdona a los demás no será perdonada por Dios.) Y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. 14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Cierta persona me dijo un día “Aunque este en la Biblia yo no lo voy a hacer, el pedir perdón a otra persona” Bueno este es un acto de rebelión y soberbia, las mismas cualidades que tuvo satanás y sabemos las consecuencias de eso. Fue expulsado del cielo con todos sus rebeldes.
¿Saben? yo busque en el internet cuales son las características de las personas que no piden perdón. Y me dio este diagnóstico.
“Los narcisistas apenas empatizan con las personas que tienen cerca. Esta conducta es especialmente dura a nivel afectivo por una realidad muy evidente: no piden disculpas por los agravios, daños o errores cometidos. Los narcisistas no tienen la capacidad de perdonar. Tiene que ver con no asumir las consecuencias de sus actos.
A los narcisistas no les gusta disculparse porque creen que eso los hará parecer débiles o vulnerables. Por eso muchas veces ponen excusas para evitar hacerlo, como decir: Ejemplos: “¡No era mi intención, simplemente sucedió!”. O peor aún: “¡No fue culpa mía! ¡Deberías haber estado mirando por dónde ibas!
Al final, el Señor se encargará un día de compartir juicio y el que no perdona no será perdonado. En cambio, la soberbia es la pequeñez engrandecida; el mentecato con poder; el complejo disfrazado; la prepotencia con los humildes; el sometimiento con los poderosos; la bajeza del tirano. Pero, hay que decir también que, la altivez no es el rencor y la venganza, porque esos son atributos más bien de la soberbia. Bajemos nuestras cabezas porque si leemos en Proverbios 21:4 nos dice:
4Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.
Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranatha מרנא