Reflexión Jeremías 1:5-6 Apocalipsis 5:8 Carmen Váldes

Carmen Váldes 04-27-2022

Jeremías 1:5-6

5Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. 6Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Apocalipsis 5:8

8Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.

Grandes y preciosas Palabras de Dios a Jeremías.

Éste venía con un propósito devino, el cual Dios iba a usar para un fin.

Todo hijo de Dios, cuando habla con verdad la Palabra del Señor es un profeta de Dios, que El Señor usa en ese momento y Dios está usando sus labios, para decir lo necesario en esa circunstancia crucial, nadie tiene un poder especial como la boca de un profeta, cuando habla la verdad del Señor. Una oración dirigida por el Espíritu. Desde el corazón y mente de un Cristiano llega hasta El mismo Trono de Dios. Y Dios llena las copas de Los Ángeles que le rodean para que se cumpla la petición. Ap. 5.8.

Grande y maravillosas son las Palabras del Creador, no queriendo que nadie se pierda; sino que todos seamos sus profetas. Te adoramos Señor, y te damos Gracias ?, por tu Gran Amor: Glorias al que Vive. El Dios de Israel ??.

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