Cary Yera 08-05-2024
1 Corintios 15:3-8
3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
Pablo persiguió a los cristiano de tal forma que cuando iba hacia Damascos para pedir el permiso y acabar con ellos; se le apareció Jesús resucitado y le dijo: Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Pablo estuvo de acuerdo con la muerte del Primer Mártir del cristianismo, Esteban, el cual fue lapidado.
Jesús le dijo al apóstol lo que iba a padecer por servirlo; este Apóstol padeció mucho, todos padecieron; pero sabemos por sus escritos todo lo que sufrió. Se convirtió de perseguidor a perseguido.
Mi pregunta ¿Si somos perseguidos como los Apóstoles rechazaremos, al que sufrió más que todos por Salvarnos? No lo neguemos nunca; porque en realidad la Vida Eterna comienza después de la Muerte, que Jesús venció en aquella Cruz. Murió entre dos pecadores, siendo el Señor tan limpio y puro, sin pecado original, el de la derecha le gritó “Acuérdate de mí, cuando vengas en Tú Reino? Sabía que estaba muriendo junto con un Rey.
De Cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Jesús le contestó: De Cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso. Amén 🙏 Glorias al Padre; al Hijo; y al Espíritu Santo de Dios.
Cuando nos toca el Espíritu Santo es maravilloso, he llorado tanto con esta reflexión, sentí por el Señor cuando le dice a Pablo ¿Por qué me persigues? Él sufre las cosas que nos pasa, porque el perseguir a uno de sus hijos es como perseguirle a Él. Mi Señor siempre está presente en mi vida en todo momento, en todo segundo, pero que privilegio el verlo con toda Su Majestad. También sentí la tristeza de Pablo en mi corazón, mi apóstol favorito, estoy ansiosa por conocerlo en persona. No importa nuestra vida aquí, solo tenemos que preocuparnos por la eterna. Pablo dice en Filipenses 1:20-21: “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.
Amen. Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranatha מרנא