El Profeta Isaías profetizó que en nuestro Señor Jesús no habría ni maldad ni engaño, también que sería sepultado como hombre rico.
Isaías 53:9
9Y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Mateo 27:57-60
57Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. 58Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 59Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 60y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
1 Pedro 2:21-23
21Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.