El libro de los Salmos nos expresa que Dios ungió a nuestro Señor Jesús y así mismo lo confesa el libro de Hebreos.
Salmos 45:6-7
6Tu trono, oh, Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.7Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Salmos 102:25, 27
25Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 27Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
Hebreos 1:8-9, 13
8Más del Hijo dice: Tu trono, oh, Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. 3Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?