Carmen Váldes 5-30-022.
Juan 2:4-6
4Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
Purificación:
Bellas palabras que necesitamos todos; la sangre al salir del corazón llena de nutrientes; purifica todos los órganos de nuestro cuerpo. El vino es el símbolo de interés en toda boda y de la sangre con todos sus componentes.
Una boda que se les había acabado el vino. Pero allí estaba el único personaje que podía resolver el problema bendiciendo aquella boda. El tiempo de derramar su sangre no había llegado, pero por amor, usó aquellas seis tinajas para el uso de la purificación judía.
Juan 12:23
23Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
La señal de los gentiles. Jesús les respondió diciendo a Felipe y Andrés dos de sus discípulos. Que traían la noticia de que unos gentiles le buscaban. Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea Glorificado. Su sangre purificaría tanto a judíos como a gentiles.
¿Buscas tú a Jesús para que te purifique? Hazlo, si no lo has hecho. Su sangre limpiará la tuya. Su primer milagro en las bodas de Caná fue grandioso; pero de la del madero es para ti y para mi dónde un día esa boda con el cordero vencedor, será un hecho. Ya que resucitó y está a la derecha del Padre esperando por su NOVIA, la Iglesia purificada con su sangre, no con agua ni con vino; sino con su preciosa sangre. Bendito el Señor Jesús de Nazaret. Dios de todo corazón; Dios de Israel ??.
Me gusta mucho esta reflexión ya que nos enseña y claramente nos da a conocer cómo el Señor no hace nada por casualidad es todo a su tiempo. Así como le dijo a María “no es mi tiempo”, ahora nos toca a nosotros esperar su venida. No está en nuestro calendario como muchos quieren , está en Su calendario . Solo les digo: Maranata