Este libro tiene 5 capítulos y fue probablemente escrito en Éfeso para todos los cristianos, en el año 85 d.C. y el 96 d.C. el autor fue el Apóstol Juan. El nombre de Juan es de origen hebreo que significa: “Hombre Fiel A Dios” “Además de las tres cartas que llevan su nombre, Juan también escribió el Cuarto Evangelio y el libro del Apocalipsis. Se cree que era Juan el “discípulo amado”, aunque hay diversas menciones, nunca se revela su verdadero nombre. También vemos a Juan como el discípulo que tenía su cabeza en el pecho del Señor en la última cena, (Juan 13:21-26). Aquí le vemos de nuevo según las Escrituras al pie de la cruz cuando nuestro Señor estaba siendo crucificado y María estaba con él, el Señor le encomienda que cuide a María su madre y así que sea para María su hijo, (Juan 19:26-27). También vemos cuando Juan y Pedro corren y encuentran el sepulcro vacío, (Juan 20:1-10). Nuevamente lo encontramos con Pedro durante la tercera y última aparición de Jesús resucitado, (Juan 21:20-22). Juan posiblemente murió de una edad avanzada, pues entre sus seguidores se corrió la voz que nunca moriría, las Escrituras aclaran que el Señor no lo dijo (Juan 21:23).
Juan escribe esta carta porque había una filosofía religiosa que se estaba propagando en las iglesias, el llamado “gnosticismo”. Las teorías gnósticas mantienen que Jesucristo es un fantasma, que solo parece tener un cuerpo humano o tiene una doble personalidad, a veces divina y a veces humana. También enseñan que toda la materia es mala, que el espíritu es bueno y que el hombre adelantará espiritualmente al aumentar el conocimiento. Otras de sus enseñanzas es que Cristo no pudo resucitar porque la carne es mala. La misión de Juan en esta carta es combatir estos errores. También Juan enseña que no amemos las cosas del mundo y que se cuiden de los anticristos de los falsos profetas que vendrán a engañar a los escogidos, que prueben a los espíritus a ver si son de Dios o de Satanás. Solo la sangre de Cristo puede limpiarnos de todos nuestros pecados.