Reflexión Genesis 37:1-36; 39:47 El Tipo Perfecto De Cristo.

Caridad Yera 08-20-2022

Genesis 37:1-36; 39:47

La Palabra de Dios contiene mucha tipología en el Antiguo Testamento, o sea Dios allí anticipó la presencia de Cristo. Veamos un tipo del Señor en José.

Jacob, al que Dios le cambió el nombre por Israel, tuvo dos esposas, Raquel y Lea, no porque quiso, sino porque el padre de ellas lo engañó. Él tuvo doce hijos que forman las doce tribus, con su Amada, Raquel, fueron dos: José y Benjamín.

Los otros hermanos vendieron a José, este muchacho fue a parar a Egipto ??.

Después de pasar mucho: trabajos y cárceles, a su tiempo, por su capacidad que Dios le otorgó llegó a ser el segundo gobernante de Egipto, después del Faraón, el Rey, esto está en la Biblia, es una historia fascinante, triste, y sublime a la vez.  Génesis 37:1-36; 39-47 esta lectura es larga; pero vale la pena, las emociones son muchas.

¿Por qué José tipifica a Cristo? Veamos:

José fue el Amado de su padre.

Jesús el Hijo de Dios, fue el Amado del Padre Celestial.

José fue un hombre íntegro.

Jesús es un modelo de integridad.

A José, su padre le regaló una túnica de colores.

A Jesucristo, su Padre le regaló todas las naciones con sus coloridos de todas las razas.

A José, lo vendieron sus hermanos.

A Jesús lo vendieron sus hermanos judíos.

A José, la túnica de colores, la tiñeron de sangre ? para mostrar al padre que había muerto.

Jesús fue teñido en sangre, por todas las naciones, allí estábamos tú y yo, junto con todas las naciones de todos los colores, con la carga de pecado que le pusimos encima. Murió por todo el mundo.

Sus hermanos y su padre pensaron que a José no lo volverían a ver.

A Jesús sus discípulos pensaron cuando Jesús murió que no lo volverían a ver.

Jesús resucitó, y fue visto por más de cuatrocientos hermanos, el Apóstol Pablo da ese testimonio, Jesús se le apareció a él.

A José sus hermanos lo vieron como el segundo, después del Rey de Egipto.

A Jesús todo ojo le verá, no como el segundo, sino a la diestra del Padre, reinando e intercediendo por ti, y por mí.

Amen, Amen, Amen