Reflexión Isaias 53:11 ¡Cómo Dios Nos Conoce! Carmen Valdés

Carmen Valdés 01-06-2022

Isaias 53:11

11Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 

Es maravilloso pensar ¡Cómo Dios nos conoce!

Aunque no podemos llegar nunca a entender estando en este cuerpo, hasta donde llegó la aflicción del ALMA del Señor, que fue más grande y estremecedora que los látigos proporcionados a su carne, que, sin haber cometido pecado, ni haber habido engaño en su boca, quizo llevar los pecados de toda la humanidad; también, los tuyos y los míos. ¡Qué Gran Amor y Misericordia! ¿Te has puesto tú a pensar en esto? Si lees la Palabra, veras que ese Verbo (palabra) que estaba en los labios de Dios aquel día que hizo al hombre en el Edén por el mandato de su boca, y que ahora también te hizo a ti y a mí, murió para salvarnos de una muerte eterna. Daba la suya, en rescate; no era dinero, no era fama, no joyas, ni capital alguno, lo que daba, era el rescate de las manos de un poderoso enemigo su Vida. Su Vida por la vida de los que amaba, sus criaturas echas a su imagen y semejanza.

¿Quién podía pensar, que su obra en el huerto del Edén lo traicionaría de la manera que lo hizo? Más Él, llevó el pecado de todos.

Adán y Eva saliendo del Edén

Bendito Amor, Gloriemonos en su nombre. Que es Jesús de Nazaret, El Mesías Redentor. Te invito a que le conozcas, y te identifiques con el Dios que todo lo Puede El Dios de Israel ??

1 thought on “Reflexión Isaias 53:11 ¡Cómo Dios Nos Conoce! Carmen Valdés

  1. Yoly

    Es increíble como el Señor nos ama y nos protege. De eso yo soy testigo personal y le doy la gloria a nuestro Señor.
    Cuando yo era niña mi madre me llevaba a casa de mi abuela que tenia una finca en el campo, había gallinas, patos, vacas caballos etc.
    Yo siempre he amado a los animales. Yo tendría como 4 o 5 años, y veo uno de los caballos de mi abuelo, empecé a acariciar todas sus patas, yo caminaba entre sus patas como nada. De pronto oigo a mi abuela que me dice, “Yoly ven acá “Pero con un tono bajo, para no molestar al caballo. Recuerdo que le di un besito a la barriga del caballo y salí a ver qué era lo que abuela quería. Ella se ponía la mano en la cabeza, y yo no entendía, el porqué. Bueno, después de grande mi madre me contaba que ese mismo caballo había matado a un hombre hacia un mes de una patada que le dio.
    Alabado sea el Dios y soberado de Israel.

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