Caridad Yera 11-24-2022
Salmos 132:4-6
4No daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, 5Hasta que halle lugar para Jehová, morada para el Fuerte de Jacob. 6He aquí en Efrata lo oímos; lo hallamos en los campos del bosque.
Interesante, los Salmos se escribieron mucho antes de que Él Salvador viniera nacer como hombre.
Gloriosa profecía del Rey David, ya Dios le estaba diciendo donde habría de nacer Su Hijo; ¿por qué David tuvo ese gran privilegio? porque no descansó ni durmió hasta que lo encontró. Jesús nació en ese lugar en Belén de Efrata, a los reyes sabios que vinieron del oriente, una estrella los guió, ya Jesús había nacido; pero al salmista mucho antes.
Si no has encontrado al Mesías Salvador así como David, y los reyes del Oriente, búscalo, Él está tocando a la puerta de tu corazón hoy; mañana puede ser demasiado tarde. Su venida se aproxima. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder. Amén, Amén, Amén.
El Rey David, siervo del Altísimo el cual le tenia un amor inmenso. Era tanto el amor de David para el Señor que por David el Señor NO castigo a Abiam y le dio una lampara en Jerusalén.
1 Reyes 15:1-5
1En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá, 2 y reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom. 3 Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y no fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre. 4 Mas por amor a David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén; 5 por cuanto David había hecho lo recto ante los ojos de Jehová, y de ninguna cosa que le mandase se había apartado en todos los días de su vida, salvo en lo tocante a Urías heteo.
Maranata