Hermanos, el mentirle al Espíritu Santo es algo grave. Como pueden leer en esta historia, la heredad le pertenencia a Ananías y a Safira, ellos podían hacer con esa heredad lo que hubieran querido, el problema estaba que mintieron al entregar los fondos de la heredad. Esta historia hubiera tenido otro curso si ellos hubieran sido honestos y hubieran declarado honestamente a la pregunta de Pedro: “Si, yo vendí la propiedad por esta suma y voy a entregar esta cantidad”. Pero ellos no fueron honestos y mintieron al Espíritu Santo lo que causó sus muertes.
Según la traducción la palabra “Era” es comúnmente usada para describir un terreno.
Hechos 5:1-11
1Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,2y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. 7Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. 8Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. 10Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. 11Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.