Caridad Yera 03-08-2023
Lucas 10:23-24
23Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Muchas veces he pensado en eso, del enorme privilegio que tuvieron aquellos seguidores de Jesús, vieron la forma de actuar, su timbre de voz; cómo hablaba; los milagros tan enorme que nadie los puede hacer; el amor a sus seguidores, y a Su Pueblo, un hombre que siendo rico, se humilló, hasta lo sumo, oyeron su canto; profetas que tanto habían profetizado de Él, no pudieron recostarse en su pecho como el Apóstol Juan.
No sabían que era el Hijo de Dios que estaba con ellos. En verdad yo hubiera querido estar en los zapatos de aquellos hombres y mujeres que lo seguían. Con Él todo se resolvía. Qué bueno que nos dio la esperanza de verlo. Todo ojo le verá.
Glorias al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo de Poder.
Amén, Amén, Amén.
Yo también he pensado en eso, que privilegio el ver conocido a Jesús en su primera venida. Pero después me conformo y digo: “Pero yo lo voy a ver cuando el venga y nos lleve a las alturas, y viviremos siempre con Él”.
Aleluya al Dios que todo lo puede.
Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranata