Caridad Yera 03-11-2023
Números 21:6-8
6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 7Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Moisés obedeció a Dios, e hizo una serpiente de bronce la puso en alto en un asta, para que todos los mordido miraran aquella serpiente, y al mirar la serpiente de bronces, ellos vivían, los que no miraban morían por la mordida de las serpientes.
Todos hemos sido mordidos por aquella serpiente antigua (Satanás). La primera pareja pecó por no obedecer a Dios, ellos estaban advertidos que no comieran del aquel fruto, ahora todos nacemos en pecado. Jesús dijo en Juan 3:14
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado” Jesús murió por nosotros. Llevó Él lo que nosotros merecíamos, cargó con el pecado nuestro muriendo en la cruz.
Mira al Crucificado, tú pecado, tú cuenta está saldada, Él pagó el precio, que tú y yo merecíamos, allí el que miraba aquella serpiente vivía, ahora, si miras a Cristo, vivirás por la Eternidad. Glorias al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder.
Amén, Amén, Amén.
Así mismo es, en el desierto se miraba a la serpiente, hoy miramos a Cristo para tener sanación de nuestros pecados y a la vez Salvación. ¿Y por qué el Señor le dijo a Moisés que hiciera una serpiente? De nuevo, uno ejemplo de obediencia para probar al pueblo, así como lo hizo en el Edén cuando les dijo que no comieran del Arbor. El Señor quiere obediencia, pero parece que es algo que el humano carece. Oigamos la voz del Eterno, del Maestro y verán como vuestras vida cambian. Te amo mi Señor.
Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranata