Reflexión Juan 1:14 Caridad Yera “El Verbo Encarnado”

Caridad Yera 04-25-2023

Juan 1:14

¹⁴Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 

Hacía mucho tiempo, en el Antiguo Pacto estaba escrito que nacería de mujer uno que destruiría a Satanás la Serpiente antigua. Esa primera pareja, fueron quienes trajeron la Muerte, por desobedecer al Creador, cuando les advirtió que no comieran de aquel árbol del huerto. Dios les dijo que morirían si desobedecían.

En ese libro antiguo del Génesis 3:15 está escrito, que vendría uno que destruiría a aquella serpiente.

No podía ser un simple hombre. Cuándo ya en el Nuevo Pacto, Jesús consuela a sus discípulos diciendo que Él es: El Camino, La Verdad, y La Vida, ellos insistieron porque habían estado enseñados de Dios Padre, entonces uno de sus discípulos, Felipe, le dice: Muéstranos al Padre, y nos basta. La respuesta de Jesús fue, hace mucho tiempo que estoy con ustedes; y no me has conocido Felipe, yo y el Padre uno somos. Este pasaje aparece en el ? de Juan 14:8-11. Fue el motivo de mi conversión al Señor y Dios.

Jesús vino a destruir la obra del engañador Satanás, el Enemigo acérrimo de Dios, y la destruyó, cuando venció a la Muerte. Eso hizo el Padre, mandó al Hijo, para hacer ese trabajo. Únicamente Él podía hacerlo.

Muchos dicen yo creo en Dios, pero desechan al Hijo. Lo que nos salva es la sangre derramada del hijo de Dios es lo único que nos limpia, otros pueden decir yo doy mi vida por mi hijo, porque los padres la darían; pero Dios no acepta ese sacrificio, esto lo he oído decir. Los de Israel mataban corderos, y Dios los perdonaba momentáneamente, tenían que hacerlo cada año; pero la Sangre preciosa del Hijo de Dios, es un perdón para el mundo entero, y para toda la Eternidad, eso sí lo aceptas.

Glorias al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder. Amén