Aquí veremos las citas donde podemos encontrar el padecimiento que Nuestro Señor Jesús tuvo que soportar toda clase de agravio para que nosotros fuéramos salvos.
Isaías 50:6
6Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.
Mateo 2:67-68
67Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, 68diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
Mateo 27:26, 30
26Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. 30Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.