No, en la antigüedad las personas no tenían la capacidad de investigar las profundidades de los mares, sin embargo, en el libro de Jonás él habla de los abismos que rodearon su cuerpo. Solo en el siglo anterior esto fue comprobado gracias a la invención del sonar. Hoy se tienen mapas de las profundidades de los mares en lo que se muestran montes y volcanes.
Jonás 2:5-6
5Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. 6Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; más tú sacaste mi vida de la sepultura, oh, Jehová Dios mío.
Foto de Sylvia Farrat