Caridad Yera-Junio 2-2010
Quiero hablarles acerca de mi amiga: La conocí hace bastante tiempo.
¡Como me gusta el haberla conocido!
Sin ella hubiera pasado muchos trabajos en mi vida,
no estoy exagerando ni mintiendo.
Cuando me siento triste, o aburrida, enseguida la busco,
me habla con tanta sabiduría que quedo fascinada con ella. Para mi es sumamente importante e imprescindible.
Aunque no esté a mi lado, siempre la llevo en mi mente y también en mi corazón.
¿Saben? A veces me hace sufrir y llorar con lo que me dice, me duele mucho, pero sé que lo hace todo por mi bien.
También me impaciento con ella, me promete cosas que deseo ya.
Ella me dice te lo prometo y lo tendrás, no te preocupes se paciente.
Yo sé que me dice la verdad,
ya que ni una vez me ha fallado.
Me habla mucho de su mejor amigo.
Deseo verlo, pero nada más me habla de Él,
eso despierta en mi un vivo interés de verlo,
me conmueve todo lo que me dice: Lo bueno que es, del amor que tiene hacia todos.
Cuando le digo a mi amiga que quiero ver a su amigo, me contesta que tiene que ser solamente cuando Él quiera.
Mi amiga es muy mayor, más no se pone vieja,
siempre está en lo último que acontece,cada día se pone más nueva.
En ocasiones cuando mi amiga me habla, mi corazón late más rápido, mi cuerpo tiembla.
No quiero ofender a mi amiga, ni con un ligero pensamiento, ella no lo merece.
Quiero presentársela a mi familia, amigos y conocidos. Que tristeza me da cuando a muchos no les interesa, es que no la conocen a fondo, en lo más íntimo.
“Ella es Maravillosa” Mi amiga es: “La Biblia”