Referencias Adicionales: Marcos 6:11
Las escrituras son tan claras en este aspecto y así debemos seguirlas. El sacudirse del polvo era comúnmente acostumbrado en los tiempos antiguos. Ahora, el Señor estaba usando esta práctica para dar una enseñanza espiritual.
Mateo 10:14-15
14Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
Hechos 13:49-52
49Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia. 50Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. 51Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio. 52Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.
Hechos 18:5-6
5Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. 6Pero oponiéndose y blasfemando estos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Estos versículos son similares en contenido como el versículo que se encuentra en Mateo 7:6, donde nos enseña que la palabra de Dios es pura y buena y no se debe desperdiciar en personas que la rechazan y la ridiculizan conscientemente blasfemando contra ella. Como dice el dicho “No grites a oídos sordos” esto sería una pérdida de tiempo para el predicador, ya que estas personas son plantas sin raíces. Por ejemplo, si hablamos del amor de Jesucristo y ellos toman este tema para mofarse, el nombre de Jesucristo está siendo tomado como blasfemia así trayendo acumulación de pecados para esta persona en el tiempo del juicio venidero.
Mateo 7:6
6No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Es muy cierto qué hay personas, que sin tener en cuenta lo que hacen; blasfeman del Señor y su Palabra, sin detenerse a pensar de las consecuencias de sus hechos oremos para que en su misericordia Dios se les revele a sus corazones, Jesús vino a buscar lo que se había perdido. Y no vino a llamar a justos, sino pecadores al arrepentimiento. Si mostró no nos contaminaremos con ellos. Y nos sacudiremos como dice el Señor, porque a nosotros sí nos pueden ensuciar; pero Dios si puede tratar con ellos y lo hará. Como lo va a ser con su Pueblo ignorante; que teniendo la Palabra en sus manos; no le reconocieron. Dios tenga misericordia de los ignorantes.