El Rey David pronosticó que Nuestro Señor Jesús derramaría y entregaría todo por nosotros padeciendo dolores en un cuerpo humano.
Salmos 22:14
14He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas.
Juan 19:34
34Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.