¿Quién Era Débora?

“Débora era una Profetisa y Jueza que lideraba a Israel cuando no había Rey. Ella convocó el ejército y animó a los guerreros a derrotar a los opresores. Bajo el liderazgo de Débora, Israel tuvo paz durante 40 años.
Jueces 5:7 Las Aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que Yo Débora Me levante, como madre de Israel.”

Débora fue una Profetiza  y la única mujer jueza en Israel.En Jueces 4–5 se relata cómo, bajo la dirección de una mujer llamada Débora, que era la única mujer jueza y fue profetisa, por ella Israel fue liberado del cautiverio de sus enemigos. Ella profetizó que una mujer destruiría a los líderes enemigos.Su pueblo había dejado de guardar los mandamientos del Señor, y los cananeos los gobernaban. Después de veinte años, los israelitas comenzaron a orar para pedir la ayuda del Señor. Jehová escuchó sus oraciones.

¿Qué Le Pidió Dios a Débora? Jueces 4

Débora le dijo a Barac: —El SEÑOR Dios de Israel te ordena lo siguiente: “Reúne 10.000 hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón, y dirígelos al monte Tabor. Yo haré que Sísara, el comandante del ejército de Jabín, llegue hasta ustedes.

Haré que Sísara vaya con su ejército y sus carros hasta el río de Quisón y te ayudaré a derrotarlo”. Barac le dijo a Débora: —Si tú vas conmigo, iré; pero si tú no vas, yo tampoco iré. —Claro que iré contigo —respondió Débora—, pero en esta campaña, no tendrás el honor de derrotar a Sísara. El SEÑOR hará que una mujer derrote a Sísara. Así que Débora se fue con Barac para la ciudad de Cedes. Ya estando en Cedes, Barac reunió a las tribus de Zabulón y Neftalí. En total se reunieron 10.000 hombres que lo acompañaron y Débora también iba con ellos. Héber el quenita se había apartado de los otros quenitas, que eran como él descendientes de Hobab, el suegro de Moisés, y había armado su campamento en Zanayin, cerca de Cedes. Ellos le informaron a Sísara que Barac hijo de Abinoán había subido al monte Tabor con su ejército. Así que Sísara mandó reunir sus 900 carros de hierro y a todo su ejército. Todos marcharon desde Jaroset Goyim hasta el río Quisón. Luego Débora le dijo a Barac: —Levántate. Hoy es el día en que el SEÑOR te va a ayudar a derrotar a Sísara. El SEÑOR irá delante de ti. Entonces Barac bajó del monte Tabor con sus 10.000 hombres y atacaron a Sísara. Durante la batalla, el SEÑOR hizo que Sísara y su ejército se asustaran y no supieran qué hacer. Barac y sus hombres ganaron la batalla y Sísara se bajó de su carro y huyó a pie. Pero los hombres de Barac siguieron peleando contra el ejército de Sísara y persiguieron a Sísara, a su ejército y a sus carros hasta Jaroset Goyim. Los hombres de Barac mataron a filo de espada a todo el ejército de Sísara. No dejaron ni a un hombre con vida. Pero Sísara escapó a pie y fue al lugar donde vivía una mujer llamada Jael, esposa de Héber, que pertenecía al grupo de los quenitas. La familia de Héber estaba en paz con Jabín, rey de Jazor. Jael salió a recibirlo y le dijo: —Señor, entre a mi tienda y no tenga miedo. Entonces Sísara entró, y Jael lo cubrió con un tapete. Sísara le dijo a Jael: —Tengo sed, por favor dame agua para beber. Jael le dio un poco de leche que tenía en una jarra de cuero y luego lo cubrió. Sísara le dijo a Jael: —Ahora ve a la entrada y quédate allí. Si viene alguien y te pregunta: “¿Hay alguien adentro?”, contesta que no. Sísara estaba tan cansado que se quedó dormido. Mientras tanto, Jael fue a conseguir una estaca y un martillo, entró sin hacer ruido y clavó la estaca en la sien de Sísara. La estaca le atravesó la cabeza y se enterró en la tierra. Así fue como murió Sísara. Al poco tiempo llegó Barac buscando a Sísara. Jael salió a recibirlo y le dijo: —Entra y te mostraré al hombre que estás buscando. Entonces Barac entró y vio a Sísara muerto en el suelo, con la estaca atravesada en la sien. Ese día Dios derrotó a Jabín, rey de Canaán e hizo ganar al pueblo de Israel.

Jueces 4:4-5

4Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot. 5y acostumbraba a sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

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