El Rey David pronostica que a nuestro Señor no se le quebrantaría hueso alguno como era costumbre hacerle a las personas que morían bajo la crucifixión.
Salmos 34:20
20El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Juan 19:33, 36
33Más cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. 36Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.