Carmen Valdes 05-23-2022
Juan 12:47-48
47Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 48El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Analicemos, con verdadera luz del Espíritu Santo lo que el Señor dijo y veremos lo grandioso de ella, Él vino a Salvar ¿y qué si la oímos y no la guardamos?
Pues en el otro versículo 48 tenemos la respuesta.
48El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Juan 1:1,3
1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
3Todas las cosa por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
Vemos que a su Palabra todas las cosa fueron hechas , visibles e invisibles.
Ahora: nos damos cuenta el Poder tan grande que tiene su Palabra en nosotros.
¿De quién somos? ¿A quién pertenecemos? ¿ignoraremos esto? ¿O lo guardamos en nuestros corazones? O no. Tú decides es tú turno, el Señor en su carne y sangre no vino a juzgar, la entregó por ti para librarte de una muerte inminente y darte la Vida suya. Glorias a Nuestro Salvador, El Dios de toda carne, El Dios de Israel ??
Tremenda reflexión , hay que tener mucho cuidado con las palabras acuérdense que las palabras no se las lleva el viento y cómo dice las Escrituras también por la “Palabra”seremos juzgados en los postreros tiempos.