Caridad Yera 08-02-2022
1 Corintios 15:41-43
41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. 42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
¡Cuan cierto habla Dios!
Su Palabra es guía y consuelo a todos los que la quieran poseer.
Saber, conocer que nuestra vida no termina aquí tiene un precio incalculable.
El primer hombre es terrenal, Dios trajo la imagen del terrenal.
Lo tomó de la tierra, y sopló aliento de vida, del polvo nos sacó, y ahí volvemos. El primer hombre Adán, alma viviente.
Era de la tierra, ahora el segundo Adán es del cielo, Jesucristo vino del cielo, lo trajo el Espíritu Santo cuándo hizo sombra sobre María, ahora tendremos un cuerpo distinto, incorruptible, que Cristo nos dará, un cuerpo glorificado y para siempre.
Dios no hizo al hombre para destruir su gran obra; sino para perfeccionarla: Un hombre a su semejanza, Bendito sea nuestro Creador y Señor, solo a Él sea toda la Gloria.
Amén, Amén y Amén.