Caridad Yera 07-03-2023
Romanos 8:24-26
24Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Seguir a Jesús trae como consecuencias apartarnos del pecado, sabemos que la carne es débil, nos atrae a cosas que el Señor no quiere; no podemos ser los mismos después de recibir a Jesús, y después de haber dado testimonio de haberlo hecho, cuando nos bautizamos, en las agua del bautismo, diciendo a todos, que morimos al pecado y resucitamos para Dios, así como Cristo resucitó de los muertos para glorificar al Padre.
Somos una nueva criatura, al creer, que Jesús resucitó de los muertos, ya Él no está muerto. Jesucristo venció a la Muerte, a eso vino Jesús, a salvarnos de nuestro enemigo, que fue quién trajo la Muerte al engañar a la primera pareja de donde descendemos, el ladrón en la Cruz, no se bautizó, el creyó en Jesús cuando le dijo:
Acuérdate de mí cuando vengas en tú Reino, Jesús le contestó “hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Este hombre vio la Esperanza ya cumplida, hecha una realidad; el Espíritu gimió indeciblemente por él al Padre Dios.
Nosotros esperamos lo que no vemos, pero confiando en Jesús tendremos la esperanza. Amén. Glorias, al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder.
El bautismo es un requisito no un mandato, nadie se salva por el bautismo o se deja de salvar si no se bautiza. El ejemplo perfecto lo encontramos posteriormente en la historia del ladrón en la cruz con el Señor. Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranata
Así es el bautismo es un requisito pues allí dejamos nuestros pecados y cambiamos de vida aunque muchas personas no comprenden .
Muy cierto Jesús venció la muerte solo fue para con su sangre preciosa limpiar nuestros pecados.
El Espíritu Santo es nuestro primer auxilio en la vida del cristiano pues cuando Jesús ascendió al cielo no nos dejó huérfano pues nos dejó el Espíritu Santo.Amen