Carmen Valdés 10-02-2022
Génesis 17:11
11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? 18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.
Qué maravilla, Dios quería una nación sana y para ello, tendría que venir de Sara, cuando a Abram le nació Ismael, no fue una relación sana, Dios había hecho pacto con Abraham, pacto de limpieza y la promesa estaba en el hijo, que les nacería con Saraí que no se llamaría más así, sino Sara y vendría a ser madre de naciones.
Abraham, al igual que Sara se ríó y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? (v.17)
La diferencia fue que se postró sobre su rostro. El (Abraham) pensando en Ismael, hijo de la esclava, la mujer que Sara le impuso. Le dice: Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. (v.18)
Habían pasado muchos años de la promesa de Dios a Abraham; pero Dios no olvida y tendría misericordia con Ismael; pero el Pacto era con Isaac. Y la confirmación de ese Pacto era sólo con Isaac, hijo de la promesa.
Hijo por el cual Dios probaría la fe de Abraham, pidiéndole en sacrificio a su hijo, en el Monte Moría.
La fe de Abraham es la que le llevó a que Dios pronunciara las “Palabras de Padre de la Fe”, no era Isaac quien daría su vida en aquel monte, no era Abraham el que sacrificaría su hijo, en rescate por el pecado del hombre. Era Dios mismo.
No con un prepucio circuncidado limpiaría la humanidad; sino con una sangre preciosa limpiaría los corazones, con sangre de Rey, El Rey de Reyes y Señor de Señores. Su hijo Jesucristo Rey y príncipe de Israel ??.
Que belloooooooo es nuestro Señor, desde el principio con la historia de Abraham nos estaba enseñando de su venida y muerte en la cruz, algo maravilloso.
Maranata