Reflexión Hebreos 2:14 Carmen Valdés

Carmen Valdés 07-11-2022

Hebreos 2:14

14Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.

Si meditamos fuertemente en todo lo que encierra este verso, comprenderemos muchas cosas grandes que Dios en la persona de Jesucristo tuvo que hacer para destruir un IMPERIO de muerte poseído por el Diablo o Satanás. Ese imperio de muerte ya no existe para aquellos que lavados por Su sangre y molida Su carne, la entregó para que Su hijo que habiendo participado de carne y sangre no estuvieran en Peligro de muerte eterna. Siento que la presencia de Dios me inunda cuando pienso en esto de lo cual el Príncipe de este mundo como dijo el Señor, no tiene nada que ver con los hijos de Luz.

El Señor es luz en medio de horribles tinieblas: son tan densas las tinieblas en este mundo. Que sólo el Señor puede romperlas, sólo Él, que tuvo el poder de ir a morir por amor, abriendo sus brazos para que sepamos que todos cabemos y estamos protegidos en sus maravillosos brazos de amor.

Nadie lo crucificó, ni judíos ni gentiles, sólo Él se entregó a la Muerte para destruir el Imperio de la muerte. Así que sólo EL SALVA DE LA HORRIBLE SENTENCIA DE MUERTE QUE IMPERA SOBRE LA HUMANIDAD ENTERA. ¿lo crees? Si no, pobre de ti.

Gloria al PADRE, GLORIA AL HIJO Y GLORIA AL ESPÍRITU SANTO DE DIOS. Que intervinieron en ese trabajo Santo. El Dios de Israel ??.

1 thought on “Reflexión Hebreos 2:14 Carmen Valdés

  1. Yoly

    Algo de pensar con esta reflexión. Las personas han creado el antisemitismo a causa de la errónea creencia que los judíos crucificaron a Jesús, pero ¿por qué no odiar a Roma? Ellos también tuvieron parte en la decisión de la crucifixión. Bueno, esto es simple ya que Roma fue la encargada de distribuir el mensaje de odio en contra de los judíos quitándose así mismo la culpa de su intervención.
    Pero mis hermanos, ni los judíos, ni Roma mataron al Señor. El Señor tenía un plan y tenia que ser cumplido, así como el plan de su nacimiento, que nada ni nadie pudo intervenir en ello, aunque hallan tratado. Así como María fue el vehículo para el nacimiento del Señor, los judíos y Roma fueron los vehículos para el plan divino. Amemos al pueblo de Israel, el Señor murió por todos nosotros, que su muerte no haya sido en vana en tu vida.
    Maranata.

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