Carmen Váldes
Juan 5:2-9
2Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Amen, Gloria a Dios.
Le pedían al Señor explicación: ¿de por qué en un día de reposo, el Señor le dijo al paralitico, que por cierto llevaba 30 años en esa condición “toma tu lecho y anda”?
En Verdad no conocían al Señor del Sábado y el de todos los días; maravilloso Dios y Salvador. Gloria al Sanador, Juez y Señor del Universo. Bendito es el Dios de Israel ??.