Carmen Valdés 07-20-2022
Mateo 15:17-20
17¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
Los fariseos y algunos de los escribas, criticaban a algunos discípulos del Señor, por no lavarse las manos antes de comer: Interponiendo mandamientos de hombres, por lo que el Señor, les tuvo que aclarar que fuera del cuerpo, nada nos contamina, pone una lista de lo que sale de dentro del corazón del hombre, que si contamina, lee la lista, detenidamente y mira a ver, si alguna de ella, está en tú interior, si hay alguno de esos nombres en ti; ve tomate un tiempito y ponte en manos del Señor; pídele perdón, es tu medicina para la contaminación. El único medicamento para tu alma y corazón, sino lo haces puede llevarte hasta la muerte.
Gloria a Dios, que nos da el diagnóstico para nuestras enfermedades del corazón.
Glorias al Santo y Poderoso Dios de Israel ??.
Esta reflexión es la llave de nuestro estado espiritual.
En el libro de Santiago nos habla de la lengua que y si la pudiéramos controlar podíamos controlar nuestro cuerpo. También así dijo Martin Lutero. “No podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan nidos en ella.” Refiriéndose a nuestros pensamientos, podemos tener un mal pensamiento, pero no podemos residir en ellos. Estas son las cosas que contaminan al cuerpo. Hagamos una prueba y cada vez que nos encontramos en estas situaciones, tratemos de vencerlas, y verán que bien se sienten, ya que vencieron uno de los más grandes impedimentos en nuestra vida cristiana.
Maranata