Caridad Yera 01-12-2023
Salmos 114:1-4
1Cuando salió Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo extranjero, 2Judá vino a ser su santuario, e Israel su señorío. 3El mar lo vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás. 4Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.
La pregunta del Salmista: ¿Qué le pasó al mar, al Jordán, a los montes y collados?
Todos los obstáculos que ellos pensaron que tendrían desaparecieron, el Mar se abrió y pasaron en seco. Estos hombres le dijeron a Moisés, ¿para eso nos sacasteis de Egipto para morir en el desierto? Eran esclavos en Egipto y Dios quiso librarlos.
El mar, los ríos, los montes y collados están a la orden de su Creador, y obedecen a Dios.
Por su duro corazón, no podían ver la bondad de Dios para con ellos. Así nos pasa a nosotros, dice Su Palabra, que como una gota de agua se parece a la otra, así es el corazón de hombre; la única diferencia es si Jesús mora en él.
Su Espíritu Santo nos va perfeccionando sin uno darse cuenta, cuando hacemos algo que a Dios no le agrada, nos lo hace ver, y nos manda a arrepentirnos. Él es nuestro guía. Déjate guiar, y verás los resultados.
Glorias al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo de Poder.
Amén, Amén, Amén.
Así es Dios es el Creador y Máster de todo y como Soberano hace su voluntad. El hombre no quiere aceptar que Él es el todo aquí en la tierra y en este y todos los universos porque Él los hizo.
Alabado el Eterno y Dios de Israel.
Toda Adonai Israel. Gracias Al Dios De Israel. Maranata