Jefté (Juez de Israel) le hizo un juramento a Dios, que si le entregaba a los amonitas en sus manos, quien saliera primero de la puerta de su casa para recibirlo después de ver vencido a los amonitas se lo ofrecería en holocausto. Al llegar después de su victoria su única hija lo recibió. Jefté le dijo: ¡Ay, hija mía, me has destrozado por completo! ¡Eres la causa de mi desgracia! Le juré algo al Señor, y no puedo retractarme. Ella le dijo a su padre: Padre mío, le has dado tu palabra al Señor. Haz conmigo conforme a tu juramento, ya que el Señor te ha vengado de tus enemigos, los amonitas. Pero concédeme está sola petición. “Ya que nunca me casaré, dame un plazo de dos meses para retírame a las montañas y llorar allí con mis amigas” Está bien, puedes ir, le respondió el. Ella lloraba porque nunca se casaría. Al cumplimiento de los dos meses volvió a su padre, y el hizo con ella conforme a su juramento. Ella era Virgen.
Jueces 11:30-36
30Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, 31Cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. 32Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. 33Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel. 34Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. 35Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme. 36Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón.